El trabajo de la comunidad internacional, a través del esfuerzo de centenares de organizaciones humanitarias y de desarrollo, ha visto cumplido uno de sus objetivos al conseguir reducir a la mitad el número de personas que, en 1990, no tenían acceso al agua potable.
Se trata de uno de los mayores logros de la cooperación al desarrollo que garantiza uno de los elementos vitales para el desarrollo a cerca del 90% de la población mundial.
Sin embargo, en esta fecha es necesario recordar también la situación de escasez y de falta de agua que padecen aún 700 millones de personas y, sobre todo, la situación de especial vulnerabilidad que supone que casi un tercio de la población mundial no cuente con sistemas de saneamiento adecuados, poniendo así en grave riesgo la salud de comunidades enteras.
Por esa razón continúa siendo necesaria la cooperación en la esfera del agua, con el fin de garantizar unas condiciones de vida dignas con respecto a la cantidad y fuentes de agua potable y su tratamiento, contribuyendo a un desarrollo sostenible en el que el acceso al agua potable se contemple como un Derecho Humano y, por tanto, universal y objeto de defensa y protección internacional.
Desde Amycos recogemos las palabras de las Naciones Unidas, que afirman que “La cooperación en la esfera del agua es crucial para la seguridad, la lucha contra la pobreza, la justicia social y la igualdad de género”.
También te recordamos que, si tienes interés en conocer mejor alguno de estos aspectos puedes consultar cualquiera de los materiales de sensibilización que ya tenemos editados sobre el tema: la exposición ‘Agua para la vida. Agua para el desarrollo’ (que estos días está presente en el Centro cívico Río Vena, en Burgos), el documental ‘Agua, derecho irrenunciable’ y la ficha didáctica ‘Me pregunto ¿qué es… el acceso al agua potable?’, así como entrar en este enlace.