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El sueño de la campana – “Dar, recibir y compartir”

San Ramón es la sede de uno de los socios locales de Amycos en Nicaragua, y la Fundación ‘El Sueño de la campana’ gestiona, en este precioso pueblo al borde de las montañas de Matagalpa, un perfecto ejemplo de proyecto de turismo sostenible.

El sueño de la campana – “Dar, recibir y compartir”

 Empezó como un viaje de varios voluntarios para conocer la Nicaragua revolucionaria y se convirtió en un hotel que da trabajo a cerca de cuarenta y cinco personas. “Ellos vieron las miserias de Nicaragua, pero también su mayor necesidad: el trabajo”, nos dice Samari González, una de las principales representantes de la Fundación El Sueño de la Campana en Nicaragua.

Un grupo de catalanes inició este proyecto en el año 2003 y desde entonces no ha parado de crecer. Primero llegó el hotel, después el centro cultural y más adelante La Plaza, desarrollando paralelamente trabajos de cooperación y voluntariado con la Universidad Ruvira Virllile de Tarragona y de ayuda a la Escuela Primaria de San Ramón.

La sede central de la fundación está en Tarragona y desde allí partieron los fondos que ayudaron a construir las distintas infraestructuras. Para su desarrollo fueron necesarias ayudas de otras instituciones y particulares, que poco a poco vieron sus frutos en empleo y autosuficiencia nica. “No se busca el asistencialismo, sino la autosostenibilidad. Ellos mantienen sus puestos de trabajo, no se los regalan”.

La mayoría de los empleados son san ramoneños y comunitarios de las comunidades circundantes.

“En muchas ocasiones hemos tenido que enseñarles el oficio, pero después ellos se hacen conscientes de su autodesarrollo”. “Esta ha sido nuestra escuela”. “Intentamos formar emprendedores y no trabajadores”

En un primer momento eran cuatro las habitaciones disponibles, ahora el hotel es todo un complejo que no tiene que envidiar a los mejores.

El convenio que mantienen con la Universidad tiene su origen en una idea de enriquecimiento mutuo. Veinte universitarios de Tarragona pueden optar a realizar sus prácticas en San Ramón a cambio de alojarse durante tres meses en el hotel. Estos tienen que pagar su estancia y dos comidas diarias, como intercambio, la fundación les facilitará el poder realizar sus prácticas, apoyados en  todo momento por un tutor supervisor que les irá dirigiendo durante todo su desarrollo.

Las ganancias del hotel y el restaurante de La Plaza se destinan a su autogestión y, en caso de que los beneficios lo permitan, a proyectos sociales en San Ramón. “Nosotros actuamos como enlace de estos proyectos sociales, pero ellos se deben ocupar de su desarrollo y mantenimiento”

Con respecto a la cooperación con la Escuela Fray Bartolomé, el aporte ha sido realmente significativo. Construyeron dos aulas de apoyo para reforzar la educación de los “pipitos” (así llaman a los niños que padecen el Síndrome de Down en Nicaragua) y vienen pagando una maestra y una psicóloga, ya que el Gobierno aún no se hace cargo de sus salarios,  que desarrollan el seguimiento y refuerzo de estos chicos.

Esta es la segunda escuela en Nicaragua con aulas inclusivas, estando la primera en Matagalpa (La Amistad). Las políticas del gobierno nica están empezando a apostar por este tipo de enseñanza, lo que está favoreciendo la aparición de otras nuevas aulas similares.

Además, la Fundación creo “Diviérteme y aprendo”, un programa de refuerzo escolar y juego, cuyo objetivo principal es inculcar a los más pequeños el verdadero placer de aprender. Para ello utilizan como principal herramienta la lectura, los cuentos, fomentando la imaginación de estos chicos.

En un primer momento, el proyecto de la Fundación consistía en facilitar el transporte a la escuela de los pipitos de las comunidades, que veían negada su asistencia por la incapacidad de costearse el traslado diario; y en proporcionar medicamentos a los mismos, que en muchas ocasiones no podían adquirir. Pero la falta de coordinación con el Gobierno y con los padres, que por lo general no se involucraban en el proyecto, hizo insostenible su continuidad y tras tres años quedó cerrado. Fue entonces cuando nació la cooperación con la escuela.

El Sueño de la Campana es una de las fundaciones de cooperación al desarrollo que trabajan en San Ramón. Cada una de ellas apuesta por un aspecto concreto de la realidad nicaragüense, todas ellas por el cómputo general de la sociedad.

Los sueños son sólo sueños, hasta que dejan de serlo. Apostar por ellos es la opción.

“La pobreza no está sólo en no tener dinero”

 Gustavo Rodríguez, participante del programa ‘Acercándonos al Sur’ en 2013