A lo largo de mis 11 meses de voluntariado, he vivido muchas cosas que me han enseñado una nueva forma de ver nuestro mundo y una nueva forma de ser. No os lo contaré todo porque hay que vivirlo para entenderlo pero voy a daros algunas informaciones ?
Durante mi proyecto, hice varias cosas en el ámbito solidario en Burgos. He ayudado a las personas vulnerables de la ciudad, apoyando niñas y niños, en colaboración con la asociación Atalaya Intercultural.
He ayudado a sensibilizar a los demás sobre temas centrales que nuestro mundo globalizado no tiene que minimizar : la igualdad entre todos los seres humanos independientemente de su origen, el acceso al agua potable para todos, el comercio justo… Y mucho más. Gracias a Amycos ONG, he desarrollado mis conocimientos y mis competencias sobre estos temas tanto como sobre temas de planificación y gestión de un proyecto de cooperación internacional.
He podido abrirme más a la gente y desarrollar un proyecto futuro. A pesar del confinamiento que he vivido lejos de mi familia, tuve la oportunidad de gestionar sesiones de francés en línea en colaboración con el Foro Solidario. Eso me ha abierto puertas aquí en Burgos porque conocí a varias personas.
Todas las tareas que pude hacer me han enseñado una forma nueva de ser : cuidando de los demás, abriendo mi mente y compartiendo sobre temas que me tocan. Esta nueva forma de ser y de pensar viene también de momentos inolvidables compartidos con gente maravillosa : muchas cenas, muchos viajes, muchos partidos de vóley, muchas discusiones, muchas rutas…
Hoy, puedo decir que fue una experiencia única que me ha cambiado la vida. Después de dos semanas en Francia, he vuelto a Burgos para trabajar como profesora y seguir como voluntaria en Atalaya Intercultural. Estoy viviendo en una ciudad que me encanta, rodeada de amigos que tengo para toda la vida.
Estelle Castano.