El tráfico de vehículos privados en las ciudades está envenenando el aire y cambiando el clima. Necesitamos sacarlos de las calles cuanto antes. Ahora, la Comisión Europea tiene la oportunidad de elegir entre seguir apoyando esa movilidad, o apostar por un futuro más limpio y sano.
Necesitamos mejorar la calidad del aire en las ciudades, pero también luchar de forma decidida contra el cambio climático, reduciendo emisiones de CO2. El transporte es el causante de más del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El tráfico en las ciudades origina casi un tercio de estas emisiones.
La campaña Clean Cities arranca con una petición a la Comisión Europea, que en julio decidirá si prohíbe las ventas de coches nuevos de gasolina, diesel y gas en 2030. Ayúdanos a pedir a Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, el fin de las ventas de nuevos vehículos de gasolina, diesel y gas para 2030.
Hace tiempo apostamos por el cierre de las centrales térmicas, y conseguimos avances importantes. Ahora toca eliminar los vehículos de combustión. La movilidad ha de basarse en modos activos, caminar, ir en bicicleta, y en el transporte colectivo.
Firma aquí para apoyar la petición.