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9 meses intensos

Me llamo Katerina, soy de Grecia y esta es mi experiencia como voluntaria del Cuerpo Europeo de Solidaridad en España.

9 meses intensos

Llegué a Burgos en enero de 2021, un periodo con un alto número de casos de covid, con el aeropuerto de Madrid cerrado y la mayoría de los vuelos cancelados por condiciones climáticas extremas y sin mucha esperanza de mejora por la pandemia.

Sin embargo durante estos 9 meses no solo pude completar mi proyecto «Burgos Solidaria 2020» sino también gracias a este proyecto tuve la posibilidad de aprender el idioma, viajar, conocer mucha gente de diferentes países y culturas y en general llenarme con muchas experiencias memorables.

Durante mi proyecto estaba colaborando principalmente en las actividades del Foro Solidario, un centro que apoya las entidades del tercer sector  y también desarrolla sus propios actividades y proyectos. Apoyaba principalmente los talleres del centro para infantil y primaria enfocados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el cine social buscando películas que tratan temas actuales y la organización del centro en general. Así mismo, participaba en las actividades de Amycos, como exposiciones, talleres y otros eventos de sensibilización. Todas estas actividades fueron muy interesantes para mi y especialmente los talleres con los/as niños/as.

A pesar de las restricciones por el covid conseguí  visitar muchos sitios del país organizando con otros voluntarios de Amycos pequeños viajes los fines de semana y más largos en vacaciones descubriendo un territorio con todas sus diferencias culturales.

Conocí la cultura española descubriendo algo nuevo para mí cada día. Así mismo, este proyecto me ofreció la oportunidad de entrar en contacto con muchas más culturas diferentes aprendiendo sus expresiones lingüísticas, hábitos y cocina tradicional. No sólo de la cultura italiana y francesa de mis compañeros de piso sino también de los demás voluntarios/as de Amycos que tuve la oportunidad de conocer, aprendiendo sobre el tipo de música que escuchan, la comida que les gusta, sus hábitos y su forma de ver el mundo.

Al mismo tiempo, gracias a los cursos de español que asistía en el Centro Intercultural Atalaya, no solo mejoraba mi español dias tras dias sino también  conocí personas y culturas de diferentes partes del mundo como Ghana, Brasil, Nepal y muchas más, todas con sus historias de vidas muy duras e intensas.

Han sido realmente  9 meses muy intensos llenos de experiencias valiosas y emociones positivas.