Realmente he trabajado en La Huerta Molinillo, un jardín ecológico con enfoque en sostenibilidad; en Apacid, una organización que organiza vivienda, trabajo y actividades para personas con discapacidad; y fui a clases de castellano en Atalaya, una escuela de castellano para inmigrantes enseñado por voluntarios.
Ahora es el final de abril y con ello el final de mi experiencia de voluntariado en el Cuerpo Europeo de Solidaridad. Hace 7 meses, cuando llegué parecía que tenía una cantidad infinita de tiempo y abril parecía inimaginablemente lejano. Pero cuando al final comencé a reflexionar sobre mi tiempo aquí, me pareció solo una pequeña gota de agua en un vasto mar de experiencias que habían pasado demasiado rápido.
Pero luego comencé a recordar días y recuerdos individuales, a leer mi diario y a hablar con mis amigos sobre nuestras experiencias, y de repente siento que, aunque solo hayan sido 7 meses, los recuerdos eran más que suficientes para llenar más que un año entero. La experiencia del voluntariado en el extranjero es justamente eso; las experiencias y recuerdos de años reunidos en una pequeña pelota de tiempo.
Durante los últimos 7 meses aprendí castellano, viajé por la mayor parte de España, limpié más cebollas de las que puedo contar, conocí a más personas de las que recuerdo y vi algunas de las vistas más hermosas de mi vida.
Me llevo experiencias para el resto de mi vida
He encontrado amigos para toda la vida y amigos para un día, he aprendido a aceptar el cambio y aceptar que las mejores cosas de la vida muchas veces son aquellas que no duran para siempre. Ir a un país extranjero que no conoces, un país donde no conoces a nadie, un país donde no hablas el idioma y un país donde las normas y costumbres son diferentes, no es algo fácil.
Sin embargo, esta es también la razón por la que es algo que vale la pena hacer y una experiencia que vale la pena tener. Estas son algunas de las experiencias que han tenido el mayor efecto en mí y aprender a adaptarme y acercarme a las personas son lecciones que traeré conmigo durante el resto de mi vida.
Si estos son algunos de los desafíos que te asustan a la hora de enviar esa solicitud y ser voluntario, creo que tienes que verlos como exactamente las razones para hacerlo. Es una experiencia singularmente individual que te permite ver el mundo con una mente abierta, tener un impacto en el mundo (aunque sería pequeño) y, tal vez igualmente importante, dejar que el mundo tenga un impacto en ti.