Amycos. Organización no gubernamental para la cooperación solidaria

Amycos

Testimonios Voluntariado Internacional

Ser ‘Joven Solidaria’ en Bolivia

Carolina Marcos participó en el programa ‘Jóvenes Solidarios’ en 2013, colaborando con proyectos de soberanía alimentaria y canalización de agua en el altiplano boliviano

Ser ‘Joven Solidaria’ en Bolivia

En julio de 2013 por fin conseguí la beca del programa Jóvenes Solidarios de la Junta de Castilla y León que tanto deseaba conseguir tras quedarme de suplente el año anterior.

Esto consistía en participar durante 3 meses, en mi caso de septiembre a diciembre, en  el proyecto de Amycos de dotación de agua potable de Chinchiri-Atojwacha en Bolivia.

Era la primera vez que salía de Europa, así como la primera experiencia en terreno en el mundo de la cooperación al desarrollo.  Tenía muchísimas ganas de vivir la experiencia pero a la vez también tenía algunos miedos, de cómo me desenvolvería allí sola, del viaje, las maletas, las costumbres…

Pero una vez allí, los miedos iban desapareciendo, me fui aclimatando a la altitud, a las comidas (que todo estaba riquísimo), a las costumbres, al ritmo,…y con ello disfrutando de cada momento.

La contraparte local de Amycos, Anawin, tenía su sede en Cochabamba, una ciudad con mucho encanto. Allí me alojaba en una familia que me hizo sentir muy a gusto desde el primer momento y con la que puede conocer la realidad del país a través de sus vidas y experiencias.   Mi trabajo se iba alternando, realizaba tanto trabajos en la oficina como en las comunidades.  Los trabajos en la oficina consistían en preparar los materiales, talleres, documentación y realizar los planos que habría que comprobar en las comunidades. Los días en la ciudad además me sirvieron para conocer gente, hacer amigos e introducirme en la vida de allí.

En las comunidades, era donde venía el trabajo duro, pero también lo más bonito, enriquecedor y lo que más me gustaba. Junto al equipo de Anawin viaje hasta la comunidad, por unas “carreteras” que no me imaginaba, pero con unos paisajes increíbles. Las comunidades de los proyectos donde estuve eran de aproximadamente 15 familias. Estaban situadas casi a 4000 metros de altitud y sus casas eran de adobe y el tejado de paja en una gran mayoría. En esa época, era primavera pero en estos lugares hacia muchísimo frio. Al equipo nos dejaron una de sus casitas para vivir durante los días que trabajamos en el proyecto. Por supuesto que allí no había baños, el agua aún era de difícil acceso ya que íbamos a trabajar en ello. El caminar también se hacía costoso por la altitud pero tuve suerte de no enfermar del mal de altura.

Desde el equipo de Anawin se facilitan los materiales, se realizan talleres de capacitación, se crea con ellos el comité de agua potable y se trabaja junto a ellos en los proyectos. Pero son ellos, los beneficiarios del proyecto, quienes trabajan en su proyecto, quienes cavan las zanjas, transportan los materiales, instalan los tubos con las indicaciones del equipo de Anawin…De esta forma al acabar la ejecución del proyecto ellos son independientes.

Mi trabajo consistía en realizar las mediciones necesarias para luego plasmarlo todo en los planos, contabilizar el material y por supuesto también trabajar junto a ellos realizando la instalación.  Era bonito pasar el día con ellos, aunque muchas veces también resultaba difícil la comunicación con ellos porque hablan en quechua, y aunque la mayoría de ellos también hablan en español les resulta más difícil. Por ello los talleres de capacitación también los realizaban mis compañeros en este idioma y yo les apoya en lo que podía.

Tuve la suerte de poder conocer otros proyectos y participar un poco de ellos. Talleres de nutrición y medioambiente con mujeres un día, con niños otros. Para estos últimos talleres, preparamos unos estuches para niños con botellas de agua pequeñas, para que ellos mismos vieran como podían reutilizar los plásticos que tenían.  También les enseñamos en qué consistía el ecoladrillo. Me impacto bastante que tiraran todo los plásticos que compraban en las ciudades al suelo, pero ellos no son conscientes de los daños que eso ocasiona.

También pude conocer otros proyectos de soberanía alimentaria, en ellos se realizan tanto huertos al aire libre, huertos cerrados y huertos en los colegios. En estos últimos los niños se dividen en grupos para trabajar y responsabilizarse de ellos.

Es difícil plasmar en unas líneas lo que sientes, lo que convives con la gente durante todas esas actividades, pero es algo que marca y mucho. Ves a niños que tienen la cara cuarteada del sol y el frio y que les dejan solos todo el día mientras sus padres van a hacer las tierras, otros caminando durante horas para ir y volver al colegio, padres de familia con muy pocos recursos…pero todos ellos con una bonita sonrisa y muy generosos con lo que tienen y la alegría de su rostro cuando ven que empiezan a tener en su puerta de casa una fuente con agua, sin tener que andar mucho para conseguir agua, o tomar agua en malas condiciones. Y es bonito compartir un rato de la tarde con ellos, jugar con los niños durante horas aunque no hablen en el mismo idioma, compartir algo de comida, un rato de trabajo y conocer un poco sus vidas. Cada día era un nuevo aprendizaje.

Algún día también pude viajar, conocer otros lugares, más historia y realidades del país. También pude conocer a una niña Boliviana y su mama, que tenían una bonita historia con una persona muy especial para mí. Ellas me acogieron en su humilde casa con los brazos abierto una mañana para que nos conociéramos. Fue muy impactante para mí esta experiencia.

Al fin y al cabo, con todas estas vivencias te das cuenta, aún más, de la importancia de la cooperación. Y que lo más importante, no es lo que sepas, las notas que hayas sacado en tus estudios, lo que tengas…Sino las ganas e ilusión por aportar tu granito de arena, de aprender, de abrir tu corazón, de empaparte de esta experiencia y ya en tu lugar compartirlo con los demás y tomar los hábitos de vida acorde con eso que siempre pensabas pero que tras esto cada vez lo tienes más claro y te ayudan a marcar prioridades en tu vida. Y que de todo de esto, todos somos capaces, tan solo hace falta ilusión y ganas.

Para mí, lo mejor de la vuelta y lo más importarte está siendo compartir la experiencia con los que me rodean. Es la mejor manera de hacer llegar lo que allí se vive, como se trabaja y como desde aquí también se pueden hacer muchas cosas para que aquellas situaciones vayan cambiando a otras más justas.

Desde aquí agradecer a Amycos y a la Junta de Castilla y León por llevar a cabo estos programas y darme esta oportunidad. Y por supuesto al equipo de Anawin por lo que me enseñaron y ayudaron durante mi estancia en Bolivia.

Carolina Marcos Sendino.

Experiencia personal

Gustavo Rodríguez compartió su verano de 2013 con muchos de los beneficiarios de algunos de los proyectos de Amycos en Managua

Experiencia personal

Las personas, los paisajes, los olores, las comidas, todo, todo es distinto. Después de dieciséis horas de viaje te sumerges en una nueva realidad. Cuesta adaptarse, pero poquito a poco, al suave, vas siendo consciente de donde estás. La gente te mira, pero es evidente que están totalmente acostumbrados a ver cheles por las calles. Se lo toman a risa, saben que todavía no sabemos hacia dónde mirar. Al llegar al país, primero te impacta lo verdaderamente bonito que es, lo natural y enigmático que puede llegar a ser todo lo que te rodea nada más bajar del avión. Poco a poco, tu experiencia se va convirtiendo en algo más real y tu apreciación del entorno se desarrolla de manera distinta. Ya no es sólo lo que te venden, también es lo que tú percibes al mirar más allá de lo exótico, paisajístico o turístico que pueda ser Nicaragua.

Managua, capital del país, es una ciudad loca, tanto como lo puede ser cualquiera de España, pero la cultura hace que la locura sea distinta. Nosotros nos hospedábamos en San Ramón, uno de los muchos pueblos del departamento de Matagalpa, situado en medio de cerros, de naturaleza en la que perderte.

Recuerdo el 19 de Julio, día dedicado a la conmemoración de la victoria de la Revolución Sandinista frente a la Dictadura Somocista, cuya celebración tiene lugar cada año en Managua. Nunca había estado en una concentración tan multitudinaria, alrededor de un millón de personas se dieron cita para festejar este gran logro nacional. Aunque hay que hacer mención –que también parecen compartir un importante número de ciudadanos nicaragüenses- de que el verdadero enfoque del evento pasaba por el ensalzamiento del presidente Daniel Ortega, más que por un homenaje al pueblo luchador que consiguió su “libertad”.

El día a día, el trabajo, las conversaciones con la gente y los viajes, hacen que cobremos presencia aquí en Nicaragua, que empecemos a ser algo más que meros observadores. Uno de estos viajes nos llevó a San Juan del Sur, completamente distinto a la Nicaragua a la que estábamos acostumbrados. Rebosante de gente extranjera y amantes del surf. Buena opción para tomarse un respiro.

Y se cumplió el mes en tierras nicas.

Cada entrevista es una nueva oportunidad para conocer mejor al pueblo nicaragüense y evitar preconcebir ideas en base a algo desconocido. La manera de relacionarse de la gente es completamente distinta, su día a día es inconcebible para nosotros, pero para ellos es más cotidiano que para nosotros nuestra propia cotidianidad. No es fácil conseguir informaciones ciertas, mucha de la que te ofrecen queda filtrada por elementos que se escapan a tu control. Simplemente, quieren hacer ver que todo va bien, cuando a veces -la mayoría-, no es así.

El cambio en la alimentación y el clima consumen las energías de una manera bárbara, uno se termina adaptando, pero no es fácil, en muchas ocasiones te das cuenta de que te falta energía, de que en otra situación estarías más activo; pero aquí es distinto.

León, ciudad universitaria, recomendadísimo tirarse desde el volcán Cerro Negro en trineo. También salir de fiesta. De nuevo, tierra de guiris. Cuando viajas te das cuenta de lo distinta que es una Nicaragua de otra.

Y al suave terminamos llegando a la última semana en San Ramón, los últimos días en este pueblecito de Matagalpa.

Cuantas aventuras en tan poco tiempo, mucha gente nueva que te enseña y te muestra; si estás predispuesto a conocer y aprender, habrá nicaragüenses que te echen un cable.  En Nicaragua es común encontrarse dos tipos de actitudes: la persona que te ve como un extranjero que viene a “salvar el mundo” y la que te ve como una oportunidad para crecer como  individuo. Estas últimas se van a desvivir contigo, buscarán en todo momento tu bienestar y enriquecimiento de la experiencia nicaragüense.

Dos meses se cumplieron y mi viaje concluía. Dos meses en los que viví increíbles aventuras que sólo Nicaragua puede ofrecer. Un gran país lleno de vida, de verde, de azul, de esperanza y riqueza. Lagos, cerros, playas, montañas, volcanes, ciudades, pueblos, comunidades, personas.

 

Diario de una voluntaria

Sandra Salvador (izqda.) viajó a Nicaragua en diciembre de 2012 como participante del programa Jóvenes Solidarios, promovido por la Junta de Castilla y León. Su cometido como voluntaria era colaborar con las organizaciones locales que trabajan en los proyectos apoyados por Amycos en La Chureca y el barrio de las Lomas de San Judas.
Durante su estancia, ha querido compartir parte de su diario de experiencias con nosotros.

Diario de una voluntaria

Diciembre – Primeros pasos a la interACCIÓN

Buenas desde Managua-Nicaragua!! Gracias a la Junta de Castilla y León y AMYCOS por brindarme esta experiencia… invertir en esta Universidad de la vida.

Mis primeros pasos para aprender se resumen en contacto vecinal, contacto político, aprender de sus culturas y tradiciones y celebrarlo con sus manjares. Realizamos visitas y fiestas conmemorativas de fin de año con los vecinos del barrio y beneficiarios de los proyectos: madres mártires, La Chureca, infancia en el barrio de San Judas, Escuela técnica, Mujeres en Acción,… Me invitaron a la fiesta de Chávez, participé en un concurso de bailes tradicionales y gané dos viajes en crucero por el lago de Managua.

Empiezo a conocer in situ esta realidad con la que voy a convivir por tres meses, destacando el grado de implicación y buen recibimiento mutuo.

Enero – ACCIÓN

Enero empezó genial, el día de Reyes recibí el mejor regalo: un perrito que se llama Canelo, es de color pelirrojo y nos vamos educando poco a poco. Me lo regalaron en La Chureca, cuando estaba realizando visitas y encuestas a los beneficiarios de los proyectos de Microcréditos que desde la Asociación con la que colaboro realiza con crédito revolvente. En la Chureca me tratan genial, tengo un grupo de amigos con los que he desarrollado lazos de amistad y empatía, trasladarse hasta aquí se  requiere todo el día y ellos me  invitan a comer y a frescos naturales. El atardecer desde aquí se mira con otros ojos, el vertedero está a orillas del lago…

Mi familia: Núñez de Briones

El choque cultural es tremendo, hay una gran franja de desigualdad y convivencia de costumbres y tradiciones. No sólo en las acciones laborales sino gracias a Mimi Tere que en nuestras conversaciones me enseña tanto. Por ello considero que el trabajo en terreno no es sólo colaborar con la asociación y basta, sino empaparse de esta realidad fuera del horario laboral.

Participación

El desarrollo de las actividades está marcada por varios factores pero siempre adaptándonos a sus demandas. Desde la Asociación se ha visto que las acciones se deben priorizar a otros proyectos como por ejemplo: Comprobación del material donado a la institución desde Instituciones de los Estados Unidos, encuestas, socialización y continuidad, y  capacitación y talleres ocupacionales de repostería y piñatas.

Mi estancia en Bailadora – Victoria Díez

Mi estancia en la Comunidad de Bailadora ha sido breve pero intensamente aprovechada.

Mi estancia en Bailadora – Victoria Díez

La primera semana fueron días de toma de contacto con la gente, de acercamiento, presentaciones y general eran momentos para conocernos en lo personal. En esos días pude estar presente en la entrega del paquete alimentario a los beneficiarios del proyecto, y también de participar en un taller de género que impartía la ONG ODESAR con hombres de la comunidad. Participar en ésta capacitación me resultó muy interesante, a parte de que el tema es muy importante en la comunidad, me dio la oportunidad de conocerla ONG y poder planificar una reunión para trabajar en juntos (concretamente para no duplicar esfuerzos, si no para unir fuerzas y dar un mejor aprovechamiento de las capacitaciones que ambas entidades realizan dentro de Bailadora).

 En la segunda semana, elaboré junto mi compañera Sara la entrevista familiar, nos planificamos con Don Silvio para realizarlas acompañadas de un guía, puesto que sin acompañamiento sería muy difícil debido a las características del terreno. Empezamos esa misma semana a entrevistar a las familias en algunas zonas de la comunidad.

El martes tuvimos una reunión con la Coordinadora de la Red de Mujeres del Norte de San Ramón, para planificar unos vídeoforos de género con la campaña «El machismo, mata, embrutece y empobrece»,  que se van a llevar a cabo en la comunidad, y la participación en un Congreso de Mujeres de la misma Red y con el Grupo Venancias, expertas en formación de género que trabajan con las comunidades de Matagalpa.

El miércoles visitamos la Comunidad de Las Tablas, en la cual pudimos ver el proyecto de viviendas terminado, y el buen funcionamiento de los huertos.

El jueves nos llevaron por la mañana a visitarla Piedra Bailadora, de la cual y de su historia surge el nombre dela Comunidad. Por la tarde tuvimos una reunión con los hombres beneficiarios del proyecto, en la cual debatieron cuáles eran las necesidades de su comunidad y las capacitaciones que querían recibir. Y para cerrar la semana nos reunimos además con Odesar para planificar las capacitaciones.

La tercera semana siguió con la práctica anterior. El lunes nos reunimos con la profesora del colegio para ver en qué días o de qué manera se podía colaborar con ella (trabajo que realizará mi compañera Sara durante su estancia). Por la tarde tuvimos la primera reunión con los jóvenes, y de ella surgió la idea de realizar un taller de computación básico. Los jóvenes están muy motivados y son conscientes de que por estudios y porque las nuevas tecnologías son importantes, tienen que aprenden a desenvolverse delante de un ordenador. Se realizó una prueba de cómo podría ser el taller durante esa misma semana, trabajando unos contenidos básicos sobre las funciones del ordenador, sus utilidades, primeros acercamientos con el teclado, ejercicios básicos de Word (en los que se trabajada indirectamente el tema de género, con lecturas, ejercicios y ejemplos tomados de libros que los chavales tenían que leer y trabajar mientras no les tocaba el turno del ordenador). El balance de esta primera toma de contacto ha sido muy positivo. Los jóvenes han mostrado responsabilidad con la puntualidad y la asistencia. Buena predisposición por aprender, y mucha motivación para que el taller siga adelante.

El martes acompañamos a Don Silvio, a la reunión que organizó Odesar en San Ramón. Era una reunión con todos los líderes de las diferentes comunidades del municipio para elaborar de forma comunitaria un Plan Estratégico de desarrollo. Fue muy interesante y surgieron ideas de trabajo a largo plazo muy buenas.

El jueves participamos en la capacitación de género de Odesar, que consistía en hacer repaso y multiplicar los conceptos aprendidos. Fue muy participativa, y asistieron tanto jóvenes, adultos, como personas mayores, por lo cual, los debates y la reflexión grupal fue muy enriquecedora.

El viernes realicé junto con Carlos, un compañero de Odesar, la capacitación de Sexo y Drogas con los jóvenes de la comunidad. El tema les resultó muy interesante, y las dinámicas generaron mucho debate. La valoración del taller fue positiva, pues los jóvenes dinamizaron, quedaron aclarados los conceptos y se hablaron temas serios con respeto y responsabilidad.

Los tres primeros días de la cuarta semana participé junto con mi compañera Sara y María en el Encuentro de Mujeres de las diferentes comunidades de Matagalpa. Fueron tres días de formación en género, dinámicas, reflexiones y concienciación de la nueva campaña ya antes mencionada. Asistimos al encuentro por dos motivos: uno para acompañar a María, que ha sido elegida en la comunidad como futura capacitadora en género; y dos, porque nos parecía muy enriquecedor participar con dos entidades tan expertas en el tema.

El jueves tuvimos una reunión con las mujeres de la comunidad, y se hizo un pequeño diagnóstico de las necesidades que ellas encontraban, y se plantearon ideas muy interesantes, como por ejemplo la de poder formar una cooperativa de mujeres para vender cuajadas. También se decidió con ellas las capacitaciones a tener durante la estancia de mi compañera Sara.

El viernes fue mí último día, un día normal de trabajo, por la mañana entrevistas, y por la tarde para despedirnos todos, hicimos una piñata con toda la comunidad.

Como decía al principio, ha sido poquito tiempo, pero muy bien aprovechado. En este período hemos realizado 25 entrevistas, tenido 3 reuniones con la comunidad, y diferentes reuniones con agentes externos, pero que con los cuales hemos considerado necesario hacer un buen trabajo en equipo.

Para terminar me gustaría expresar mi agradecimiento a todas las personas de la comunidad por su amabilidad, su hospitalidad, y por hacerme sentir una más. La experiencia con la familia de Doña Paula ha sido excelente, se han preocupado muchísimo por mí, por que estuviera bien, y hemos compartido muy buenos momentos. El líder, nos ha gestionado muy bien el trabajo diario en la comunidad, así como todos los guías que nos han acompañado.

La comunidad Bailadora nº 1 está llena de energía y ha hecho que mi experiencia en Nicaragua fuera del todo perfecta.

En Managua a 6 de Noviembre de 2012.

 

Victoria Díez Fernández

 

CARTA DESDE NICARAGUA

Rosa Merchán (dcha.) es otra de nuestras voluntarias. Ella viajó como cooperante a Nicaragua con AMYCOS entre el 2 y el 30 de enero de este año. A la vuelta nos contó, con sus propias palabras, lo que supuso para ella este viaje. Primero que todo, quisiera agradecer a Amycos la oportunidad que me ha […]

CARTA DESDE NICARAGUA

Rosa Merchán (dcha.) es otra de nuestras voluntarias. Ella viajó como cooperante a Nicaragua con AMYCOS entre el 2 y el 30 de enero de este año. A la vuelta nos contó, con sus propias palabras, lo que supuso para ella este viaje.

Primero que todo, quisiera agradecer a Amycos la oportunidad que me ha ofrecido para viajar a Nicaragua y todo el apoyo logístico y emocional que durante mi estancia me brindó. Esta es la primera vez que realizo un viaje de cooperación, y hacía tiempo que tenía el deseo de realizarlo. Uno siempre piensa que quizá puede aportar algo y echar una mano, pero aparte de eso, lo que en particular buscaba de este viaje era una experiencia personal y conocer de primera mano un mundo, que sin duda, me era bastante ajeno, y que por mucho que te lo muestren en televisión, te lo cuenten y todo lo demás, no hay nada como vivirlo directamente.

La forma en que Amycos plantea (y planea) un viaje de un mes me pareció muy interesante. Aunque la idea es colaborar en un proyecto concreto durante la estancia, es sobre todo planteado como un viaje de conocimiento de la realidad del país, la posibilidad de visitar varios proyectos que Amycos apoya y ver así cuales son los diferentes modos de trabajo y desarrollo social en Nicaragua. Tras mi experiencia soy realmente consciente de la importancia que tiene esta forma de enfocar la estancia, pues un mes ha sido en mi caso, el mínimo de tiempo necesario para «poner los pies sobre la tierra», ser consciente de la dura realidad que me rodeaba, sobreponerme al fuerte impacto emocional que esto supone e integrarlo todo de modo que fue a partir de la cuarta semana cuando pude sentir que sería realmente capaz de rendir al máximo. Fue entonces, cuando sentí la necesidad de quedarme por mucho más tiempo.

No quiero decir con esto que sintiera que no estaba colaborando o realizando una labor de utilidad, pues muchas veces, sólo con estar apoyando y sobre todo escuchar a las personas, niños y mayores, uno tiene la sensación de estar aportando más que el propio trabajo que se está realizando. El proyecto en el que estaba colaborando a diario es JYNCE (Jóvenes y Niños con Esperanza), este proyecto está ubicado en San Judas, uno de los barrios más pobres de Managua. Consiste en un consultorio médico, laboratorio y dispensario de medicinas que funcionan por la mañana, y por las tardes voluntarios imparten clases de reforzamiento escolar a los niños. En mi caso, como el curso escolar empezaba a primeros de Febrero me he perdido la alegría de los niños que sin duda es algo muy gratificante, aunque a cambio he tenido mucho contacto con los voluntarios, en su mayoría adolescentes, lo cual me ha enriquecido mucho.

Tuve la suerte de visitar otros proyectos que Amycos apoya para conocer como funcionan. Estos proyectos son los siguientes:

– La Casa Hogar que acoge a niñas adolescentes con problemas familiares, Natras que es un proyecto con niños trabajadores y el Proyecto Samaritanas que presta servicio a mujeres, adolescentes y niñas en alto riesgo de Explotación Sexual. Estos proyectos son desarrollados por las Comunidades Eclesiales de Base (C.E.B.).

– El instituto de Acción Social Juan XXIII, que desarrolla variados proyectos cubriendo las áreas de salud, educación, vivienda, prevención y actuación en casos de desastres o catástrofes.

– Viviendas construidas para familias de mínimos recursos en la zona de Posoltega. Pude conocer el entorno y la vida rural de las comunidades donde han sido construidas. Amycos colabora con la Fundación de Augusto César Sandino ( F.A.C.S) para el desarrollo de estos proyectos de vivienda.

Por otra parte, también tuve la oportunidad de conocer uno de los lugares que más me ha impactado, La Chureca, el mayor basurero de Managua, donde en un poblado colindante habitan un buen número de familias que sobreviven recolectando materiales reciclables (plásticos, hierro, cinc, papel, etc.). Aquí se están llevando a cabo pequeños proyectos de micro-créditos de modo que algunas familias puedan prosperar y también se está rehabilitando una pequeña escuela.

La sociedad «Nica» a pesar de la pobreza, en muchos casos extrema, es una sociedad muy alegre, con su manera «tranquila» de ser, muy abierta y acogedora. Personalmente, me enriquece su modo de ver la vida, y la forma de hablar abiertamente sobre las emociones con gran sensibilidad. Igualmente, disfruté de las largas conversaciones sobre la política local e internacional, que son algunos de los temas favoritos de la mayoría de los nicaragüenses.

Me han preguntado varias veces al volver qué es lo que me traje de Nicaragua. La respuesta es sencilla, sobre todo aprendí muchísimo de la gente, de las historias, de la cultura, de la forma de vivir, de las necesidades, nunca imaginé que en un sólo mes pudiera cambiar tanto mi modo de mirar al mundo. De algún modo, ya no puedo volver a «mi mundo» anterior como si todo lo demás no existiera, y aunque es necesario un tiempo para digerir lo que uno vive tan intensamente en unas pocas semanas, creo que en cierta manera he adquirido un compromiso conmigo misma que me obliga a ser consciente de que ese mundo es también mi mundo.

REFLEXIONES DE UN VOLUNTARIO

Unas fotografías de Ciudad Sandino tomadas por otro de los voluntarios de AMYCOS tiempo atrás fueron su primer estímulo para esta experiencia. Desde entonces, Jose venía planteándose la idea de viajar a Nicaragua para conocer esa realidad. Su estancia duró dos meses, gran parte de los cuales los pasó colaborando con el proyecto JYNCE (Jóvenes […]

REFLEXIONES DE UN VOLUNTARIO

Unas fotografías de Ciudad Sandino tomadas por otro de los voluntarios de AMYCOS tiempo atrás fueron su primer estímulo para esta experiencia. Desde entonces, Jose venía planteándose la idea de viajar a Nicaragua para conocer esa realidad.

Su estancia duró dos meses, gran parte de los cuales los pasó colaborando con el proyecto JYNCE (Jóvenes y Niño Con Esperanza) con el que AMYCOS trabaja estrechamente. Allí colaboraba en las diferentes actividades y trabajos que se llevaban a cabo y, tal y como le vemos en la fotografía, daba clases a varios de los chicos que forman parte de este proyecto.

Estas son algunas de las reflexiones que, tras su viaje, quiso compartir con nosotros.

Todo es muy precario y desde luego que no tienen unas condiciones de higiene, salud y educación dignas. Suena fuerte, pero la miseria es su forma de vida cotidiana, sin embargo me entusiasmó la alegría de la gente y que bailen a todas horas y muy bien.

Resaltaría dos problemas como algunos de los más graves: la corrupción gubernamental, gobierne quien gobierne, y el analfabetismo de las personas. Las instituciones públicas parecen de “mentira” o de “broma”. El sistema real para tramitar muchos permisos es la “mordida” o el amiguismo. A menudo son escollos insalvables de muchos proyectos de desarrollo.

Por otro lado, la educación de las personas es fundamental. Los dos problemas están ligados puesto que una persona sin educación no sabe, por ejemplo, qué derechos puede exigir al gobierno. Por esta razón creo que la educación por parte de los ciudadanos y la dificultad económica para desarrollar las iniciativas que puedan tener son sus principales carencias.

Las ONG´s mejoran considerablemente las condiciones de vida de los ciudadanos a través de una vivienda digna, proporcionando educación o salud. Sin ir más lejos, es impresionante ver el impacto de la labor de Amycos en muchas familias. Sin embargo el asistencialismo no contribuye al desarrollo.

El gobierno español y la UE por otro lado, deberían colaborar con el gobierno nicaragüense para desarrollar políticas serias y rigurosas.

A menudo en Nicaragua recurren al colonialismo español, al FMI, a la guerra fomentada por los americanos o al Banco Mundial, entre otros aspectos, para explicar la pobreza nicaragüense. Yo no les quito culpa, pero con todo y sobretodo, hoy por hoy, cuando Nicaragua vive una situación más estable sin tanta ingerencia extranjera, opino que son los propios nicaragüenses los que más pueden cambiar y mejorar el país.

La ayuda internacional es vital para el desarrollo, pero su eficacia y sostenibilidad está supeditada a la voluntad del gobierno y de los beneficiarios de cada proyecto.

Durante mi estancia estuve en contacto con varios tipos de organismos de cooperación como son la Agencia de Cooperación Española (AECI), otras ONG´s como Redes de Solidaridad o con organismos locales como el Instituto Juan XXIII. En concreto me gustó mucho un proyecto de la AECI, porque es fácil apreciar el cambio integral que las familias beneficiarias han experimentado.

El Instituto Juan XXIII es un organismo local de ayuda al desarrollo que, a mi entender, realiza una labor magnífica creando redes de salud y educación e integrando proyectos aislados, de hecho, firmamos un acuerdo con ellos para que apoyen nuestra venta social de medicamento, pero aún así quedan muchas cosas por hacer.

Una de las estadísticas más descorazonadoras para mí es la que indica que las diferencias entre norte y sur aumentan en lugar de disminuir, a la par que también aumenta la pobreza en el mundo a pesar de “tanta” ayuda internacional. Es evidente, pues, que no se lleva el camino adecuado.

¿Qué cambiar? Cambiaría muchas cosas. Por ejemplo, globalización económica sólo de la mano de la globalización social… ¿puede hacer una empresa española en Nicaragua lo que no hace en España simplemente porque allí no existen leyes?

También, me uno al eslogan de Natura, “piensa globalmente, actúa localmente”.

Concienciar a nuestra sociedad es fundamental. Por ejemplo, se oye continuamente que la inmigración está aumentando la criminalidad y saturando la seguridad social. ¿Es una visión sesgada? ¿Les reconocemos también que están prestando un servicio impagable a la sociedad como cuidar de gran parte de nuestros ancianos? ¿Les integramos en nuestra sociedad? ¿Les tratamos como iguales?

En fin, no me quiero ir por las ramas… creo que hay muchas cosas que cambiar y todos podemos contribuir al cambio… piensa y conoce globalmente, pero actúa localmente.

ENTREVISTA A UNA «JOVEN SOLIDARIA»

Asunción Bautista es una de las participantes del programa «Jóvenes Solidarios» en el que esta año ha participado AMYCOS. A través de esta entrevista puedes conocer cuál ha sido su experiencia de voluntariado y qué es lo que ha descubierto en Nicaragua. – ¿Cuánto tiempo estuviste y qué hiciste durante tu estancia? Qué lugares visitaste, […]

ENTREVISTA A UNA

Asunción Bautista es una de las participantes del programa «Jóvenes Solidarios» en el que esta año ha participado AMYCOS. A través de esta entrevista puedes conocer cuál ha sido su experiencia de voluntariado y qué es lo que ha descubierto en Nicaragua.

– ¿Cuánto tiempo estuviste y qué hiciste durante tu estancia? Qué lugares visitaste, dónde te alojaste, …

Mi estancia fue del 06-07-07 al 06-08-07 al principio estuve realizando un curso de cooperación sobre la situación de Nicaragua y conociendo los diferentes proyectos de desarrollo de varias organizaciones y colectivos con los que colabora Amycos. Después realicé en Betania un estudio de la situación familiar a través de entrevistas personalizadas, un informe sobre la situación y expectativas de los jóvenes para que posteriormente las acciones que se desarrollen en la comunidad sean encaminadas a la problemática familiar ( salud, violencia de género, hábitos alimentarios, analfabetismo…). A la vez colaboré en un proyecto que se desarrollaba en dicha comunidad con los jóvenes, niños y adolescentes sobre educación en valores y responsabilidad en el desarrollo de la comunidad. Me alojé en la Casa de la Juventud de Managua y después en la casa comunal de la comunidad de Betania

-¿Por qué decidiste hacer ese viaje?

Tenía la inquietud y necesidad de conocer cómo se desarrolla la labor de las ONGs en esos países y cómo afecta a la comunidad.

También colaborar en dicha labor y aprender de las costumbres, valores de la gente de Nicaragua.

-¿Elegiste Nicaragua por alguna razón en especial?

Sí, para ver cómo un país rico en riquezas naturales está empobrecido y cómo el pueblo lucha por su desarrollo con el apoyo exterior.

-¿Cómo describirías la situación en la que viven sus habitantes?

Una situación de pobreza pero con el deseo que mejorar dicha situación.

-¿Qué es lo que más te llamó la atención?

El cariño, los valores y la lucha que tiene la mujer de Nicaragua.

-¿Cuáles crees que son sus principales carencias o necesidades cotidianas?

La alimentación, el agua potable, la vivienda, la educación superior, la falta de empleo.

-¿Cuáles son los principales problemas a los que debe hacer frente ese país, o sus habitantes? (Corrupción gubernamental, desigualdad, explotación de las multinacionales, …)

Explotación de toda la riqueza que tienen de recursos naturales por las multinacionales con la permisividad de los gobiernos del ¿primer mundo? y de su propio gobierno. Las deudas internas del país, el desigual reparto de las riquezas… Uno de los problemas fundamentales es que ellos empiecen a concienciarse de que el pueblo es el motor del desarrollo económico, educativo, social y que deben luchar para conseguir que mejore su situación. La ayuda externa en este caso y la religión ha parado este proceso de lucha, creando en la mayoría de los casos gente dependiente de sus ayudas y no partícipes de su cambio.

-¿Qué se puede hacer desde aquí para mejorar su situación?

Apoyar las ONGS como Amycos que favorecen el desarrollo del país haciendo partícipes directos a sus destinatarios. Concienciar al resto de la población de la situación del mundo por el capitalismo, consumismo y mal reparto de las riquezas. Ser coherente en tu vida, potenciar los valores como la solidaridad, igualdad y apoyo mutuo. Sentirte y hacer sentir a las personas como ciudadanos del mundo y responsables de la situación actual.

-¿Percibiste la llegada de algún tipo de ayuda a nivel internacional? ¿Entraste en contacto con otras ONG´s o cualquier otro tipo de organismo de cooperación…?

Sí, conocí la labor de Amycos en Nicaragua con sus diferentes proyectos, también entré en contacto con la labor de otros organismos de cooperación y colectivos favoreciendo el desarrollo en las comunidades.

-En tu opinión, ¿crees que el actual camino que estamos llevando en los países desarrollados es el adecuado para solucionar los problemas de desigualdad entre Norte y Sur? ¿Qué cambiarías?

Me gustaría contestar con este texto de Galeano que refleja muy bien lo que siento. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho a soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible: el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas; la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juegan el niño sin saber que juega; en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar; si no los que quieran cumplirlo; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no creerán que la los pobres les encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra; la comida no será mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión; los niños de la calle no serán tratados como basura, porque no habrá niños de la calle; los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos; la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda con espalda; una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América, una mujer india, gobernará Guatemala y otra Perú; en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar los tiempos de la amnesia obligatoria; la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo; la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas partes»; serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses, pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como

TRABAJO DE COOPERACIÓN

  María Arnáiz viajó a Nicaragua en otoño de 2008. Allí colaboró con varios de los proyectos que lleva a cabo el Instituto Juan XXIII, uno de los socios locales de Amycos. A su vuelta quiso compartir con todos vosotros parte de su viaje y las principales reflexiones que le surgieron sobre la cooperación y […]

 

TRABAJO DE COOPERACIÓN

María Arnáiz viajó a Nicaragua en otoño de 2008. Allí colaboró con varios de los proyectos que lleva a cabo el Instituto Juan XXIII, uno de los socios locales de Amycos.

A su vuelta quiso compartir con todos vosotros parte de su viaje y las principales reflexiones que le surgieron sobre la cooperación y el contexto social de este país centroamericano.

Anduve en Nicaragua tres meses, en el Instituto Juan XXIII (UCA), contraparte de Amycos. A través de ellos conocí el país y a su gente. El segundo país más empobrecido de América Latina.

Fue hace ya meses, y siento una dicotomía entre haber vivido experiencia que deja huella, y de una ensoñación lejana, a pesar de mantener contacto con los compañeros nicas.

En un ejercicio de acercamiento recupero la memoria del Instituto Juan XXIII del año 2008. Dejando en ella mis pasitos como alumna, como técnica y como persona.

Tuve la suerte de permanecer en Nicaragua en el Instituto Juan XXIII los tres últimos meses del año 2008, eso me permitió no sólo participar en las actividades, sino que también me mostró una síntesis de los esfuerzos del trabajo de la gente, de profesionales y participantes. Como radiografía de mi recorrido: entré por la puerta del programa de educación conociendo el proyecto de «Servicios Educativos en Red» y «Mejora de niveles educativos en Terrabona»; conocí las ventas sociales de medicamentos y el proyecto de «Salud para mujeres en el sistema penitenciario» y «Proyectos de agua en Cacalotepe».

Mis estancias más largas sucedieron en los proyectos de «Formación de líderes y organización comunitaria», «Promoción y desarrollo de la mujer», «Mejora de la calidad de vida de la población de 3 comunidades rurales del municipio de Ciudad Darío», «Proyecto habitacional en Tipitapa» y «Fortalecimiento de capacidades para la reducción del riesgo».

Por una parte tal recorrido podría sonar al refrán de «el que mucho abarca poco aprieta», pero tampoco podría suceder de otra manera. La realidad parcializada de cara a obtener subvenciones, y segmentada por disciplinas profesionales, no organiza el escenario cotidiano de la gente. La necesidades en todas estas esferas: salud, vivienda, fortalecimiento comunitario a nivel organizativo y de capacidades… están imbricadas en la vida diaria de las gentes y, en coherencia, también en la metodología de intervención de mis compañeros del Instituto. Así pues mi acercamiento a su trabajo había de suceder de tal forma, como una hebra que se va entretejiendo y creando una estructura, para mí, un esquema de comprensión del contexto actual nicaragüense.

He hecho resaltar en negrita algunos de los proyectos que conocí de primera mano, que Amycos ha apoyado como agencia cofinanciadora entre otras agencias españolas, inglesas, escocesas y holandesas que trabajan con el Instituto Juan XXIII.

A través de ellos 34 escuelas se han beneficiado de material y de procesos de capacitación (3.723 estudiantes y 220 docentes), 267 personas (59 familias) del casco urbano que vivían en condiciones precarias y de riesgo se han beneficiado del proyecto de vivienda; 517 personas beneficiarias de pozos de agua…

Estos datos los recojo porque quiero visibilizar y reforzar que se pueden hacer cosas, que estos chicos que nos cruzamos por las calles, que no sabemos muy bien qué consecuencias tienen sus esfuerzos, arriman el hombro y que, a través de procesos acompañados por buenos profesionales, la gente puede ser protagonista y agente de su propio desarrollo.

Con ello no quiero decir que esté conforme con la cooperación y el concepto de desarrollo existente, el cual necesita una revisión desde la raíz.

Hay que caminar hacia un cambio de paradigma, la deconstrucción del concepto de desarrollo y la invención de un “algo” que guíe acciones no desiguales. Pero mientras…habrá que caminar, con coherencia y responsabilidad, pero caminar.

Como dato final, para dar qué pensar en cuestiones de género, según la memoria del 2008 del Instituto Juan XXIII, en los proyectos educativos la representación de la participación de la mujer era del 98%, y en los de formación de líderes el 75%… ¿Qué le lleva a la mujer nicaragüense a ser más participativa en un contexto fuerte de machismo? ¿y si pensamos a su vez en la diferencia de porcentajes por ámbito de actuación?…

Como veis mi fuente de referencia ha sido la memoria del Instituto, y además de por una razón de contenido de trabajo, tiene otra visual. Bastantes fotos que documentan gráficamente la misma son autoría mía. Para nada son grandes imágenes, pero si mis compañeros nicas se identificaron con mi ojo fotográfico, eso me dice que miramos el mundo de forma parecida, o que me supe acercar a su mirada. Las dos opciones me gustan. Os invito a que la oteéis.

IMPRESIONES DE UNA NUEVA COOPERANTE

  Elsa (izq.) pasó el mes de julio en Nicaragua, visitando los proyectos que Amycos lleva a cabo allí. Ella, y otra decena de trabajadores de Caja de Burgos, quisieron conocer cómo trabaja Amycos y cómo vive el pueblo nicaragüense con la intención, de un futuro no muy lejano, comenzar su propia andadura de solidaridad […]

 

IMPRESIONES DE UNA NUEVA COOPERANTE

Elsa (izq.) pasó el mes de julio en Nicaragua, visitando los proyectos que Amycos lleva a cabo allí. Ella, y otra decena de trabajadores de Caja de Burgos, quisieron conocer cómo trabaja Amycos y cómo vive el pueblo nicaragüense con la intención, de un futuro no muy lejano, comenzar su propia andadura de solidaridad y lucha por la justicia a través de Voluntas.

Tras su regreso, Elsa comparte con nosotros sus reflexiones.

Hace ya días que hemos vuelto de Nicaragua el grupo de Voluntas de la Caja, pero las experiencias vividas allí nos acompañan cada día y permanecerán siempre dentro de nosotros como algo único e irrepetible. Personajes de allí como Indiana, Ana María, Emilio o Emperatriz habitarán desde ahora en nuestros recuerdos y en nuestro presente. También las personas de la Caja que hemos compartido esta experiencia: Raquel, Begoña, Angel, Diego, Amaya, David, Oscar, Carlos, Iván y Elsa nos sentimos ahora muy cerca después de vivir en estrecha convivencia momentos tan intensos, y os agradecemos vuestro apoyo y el interés que habéis demostrado siguiendo día a día el blog de Amycos. Desde que hemos vuelto nos hemos empeñado en buscar ocasiones para reunirnos de nuevo y revivir el espíritu nica que compartimos, y avanzar en el desarrollo de un proyecto de la Caja allá.

Las semanas de convivencia que hemos pasado entre nosotros y con la gente de allí nos han enseñado muchas cosas. Algunas están relacionadas con la realidad de nuestro mundo y la miseria en la que vive una gran parte de la población mundial que carece de productos básicos como alimentos, agua o un techo para resguardarse de la lluvia; pero aunque pueda parecerlo, la experiencia no ha sido de tristeza y pesimismo, sino de alegría, de superación y de esperanza.

Las situaciones vividas nos han hecho reflexionar sobre nuestra forma de vivir en la sociedad “desarrollada”, basada en el consumo, que nos brinda todos los bienes materiales pero que en el camino ha perdido valores esenciales y que genera en muchos casos ansiedad, crispación, soledad y estrés.

Las personas con las que hemos convivido nos han impactado con su forma de sonreír a la vida, con sus ganas de luchar por mejorar su situación y la de los que lo rodean, con su cariño, su generosidad sin límite, su calor y su forma más simple y más humana de entender la vida.

El viaja de Nicaragua ha sido un viaje de reflexión, de conocimiento y de aprendizaje. Hemos conocido otro país, otra cultura y otra forma de entender el mundo y de vivir la vida, y hemos aprendido sobre nosotros mismos a través de personas que, sin tener nada, nos lo han dado todo. Creo que una vivencia como esta es capaz de transformarnos en muchos aspectos, y estamos trabajando para desarrollar un proyecto propio que permita a otros compañeros vivir una experiencia tan gratificante como la que hemos vivido nosotros.

Elsa Martínez Caballero

Voluntas Caja de Burgos

LA ESENCIA DE UN VIAJE A NICARAGUA

Mónica Núñez es una de las participantes del programa Jóvenes Solidarios 2008. Estuvo en Nicaragua durante tres semanas asistiendo al curso al desarrollo sobre el terreno que organiza Amycos. Estas son algunas de las impresiones que ha querido compartir con vosotros tras su regreso. La situación que se vive en Nicaragua es «difícil, difícil de […]

LA ESENCIA DE UN VIAJE A NICARAGUA

Mónica Núñez es una de las participantes del programa Jóvenes Solidarios 2008. Estuvo en Nicaragua durante tres semanas asistiendo al curso al desarrollo sobre el terreno que organiza Amycos.

Estas son algunas de las impresiones que ha querido compartir con vosotros tras su regreso.

La situación que se vive en Nicaragua es «difícil, difícil de explicar y difícil de vivir. Es como que estuviesen anclados en años atrás en la actualidad. Es complicado ver que en pleno siglo XXI, frase muy típica, existan miles de personas que no tienen unos recursos mínimos».

En su vida cotidiana faltan «esos principios que recogen muchas Constituciones pero que son difíciles de cumplir, como pueden ser la alimentación, salud, educación, vivienda. Creo que los políticos que han gobernado no lo han hecho demasiado bien y tienen a un país en la ruina, un pueblo luchador y con futuro, pero mal llevado y abandonado.

La concienciación y la sensibilización son tareas fundamentales en la sociedad. El hablar sobre una realidad tan diferente y dura es una buena forma de concienciar a la gente. La cooperación es el futuro y el presente de muchos países. Todo el mundo debería saber como está la gente del Sur, lo jodido que lo tienen allí. En estos tiempos de crisis muchos países y gobernantes se dan cuenta de que tienen que pedir a otros que le echen un cable, pero, ¿qué pasa para esa gente que vive una crisis constante, que no tiene ni ha tenido nunca nada? Existe demasiada teoría en Derechos Humanos y solidaridad y poca práctica».

En mi viaje «percibí la ayuda internacional. Nos movíamos con Amycos y vimos lo que habían realizado y lo que se estaba llevando a cabo allí, en Nicaragua. También veíamos otros organismos y ongs, y sí parece que llegue ayuda. No conozco las cuentas de cada asociación pero sí llegan cosas.»

Me quedo con «el buen recibimiento, la sonrisa de los niños y la resignación y la lucha de la gente».