Amycos. Organización no gubernamental para la cooperación solidaria

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Testimonios Voluntariado Europeo

Una experiencia, un voluntariado, mi historia

26.05.2023 – una reflexión extracta del diario de un voluntario para ti que quieres hacer un voluntariado

Una experiencia, un voluntariado, mi historia

Me llamo Antonio, tengo 28 años y en septiembre de 2022 empecé mi experiencia de voluntariado en España, en Burgos. Querido futuro voluntario, ya sea que te estés preparando para partir, o todavía estés considerando si hacerlo o no y/o estés buscando las palabras justas y varios testimonios que te ayuden; te confieso una cosa, no tengo muchas ganas de contarte los detalles de mi experiencia. Mi experiencia es mía y es una parte de mí que quiero cuidar celosamente. Te diré una cosa. ¡Parte! No lo pienses demasiado. Si estás buscando un cambio, buen rollo, nuevo oxígeno que te alimente, el voluntariado puede ayudarte; pero no mi experiencia, repito, ¡Es mía!

Una cosa que tienes que hacer antes de salir a ciegas para un voluntariado es evaluar el proyecto, es lo más importante, para que no te encuentres en un proyecto y ambiente que no te guste. Evalúa bien, busca un tema que te guste y mira si hay proyectos que te puedan interesar. Te diría también a dónde quieres ir, aunque yo no lo hice, solo leí un proyecto de sostenibilidad y solidaridad en una huerta ecológica en el norte de España y me fui. Encontré el proyecto en el portal europeo ESC (European Solidarity Corps), a partir de ahí envié mi solicitud y luego, después de una entrevista formal para verificar mis habilidades, me fui.

Ahora seguramente te gustaría saber más detalles de mi voluntariado, creo. Lo que puedo decirte es: sé cómo la página en blanco de un libro que debe ser escrito y de lo cual tú eres el escritor. No olvides quién eras antes de irte.

Algunos detalles: mi proyecto se llama Burgos Solidaria y Sostenible y esta coordinado por AMYCOS ONG. Gracias a ellos tuve la oportunidad de trabajar principalmente en una huerta ecológica que sensibiliza sobre el tema de la soberanía alimentaria, favorece los productos locales y produce de forma respetuosa para el medio ambiente.

Se llama Huerta Molinillo y está formada por un grupo de 5 personas que, a lo largo de los años, han realizado algo magnífico donde yo me he sentido partícipe durante todo mi proyecto. Te lo advierto, trabajar en la huerta es duro, no subestimes el trabajo físico. Sepas que allí habrá una «familia» que cuidará de ti, notará tus esfuerzos.

Podría hablarte durante horas sobre la huerta y lo bien que me encontré con ellos, pero no lo haré ya que con mis palabras puede que cambies de opinión. Estarás pensando que estoy loco. Un spoiler: si preguntas a Fiorina, Belén, Rafa, Isabel y Dominc podrán confirmar que un poco sí.

Dicho esto, repito, no quiero convencerte de hacer un voluntariado, no es mi intención, depende de ti hacerlo. Te he dado una visión general de las cosas, sin demasiados detalles; me gustaría que imaginaras sobre lo que podría ser tu experiencia y espero que la puedas vivir a tope, disfrutando de cada momento.

Poco a poco

Soy Agata, 8 meses de voluntariado en Burgos, y aquí están algunas de mis observaciones y pensamientos personales sobre esta época de mi vida

Poco a poco

No es fácil describir los últimos meses que pasé en Burgos porque fue una época muy extraña y desigual, a veces muy intensa, llena de altibajos, pero también de nuevos descubrimientos y sorpresas. La experiencia del voluntariado consiste en muchos elementos, algunos de ellos se pueden predecir y hasta cierto punto controlar. Otros son completamente impredecibles e independientes de nosotros. Sin embargo, lo importante es no desanimarse, enfrentar esta experiencia con mucha confianza y, a veces, simplemente «go with the flow».

Cuando decidí participar en el Cuerpo Voluntario Europeo uno de mis principales objetivos era el deseo de cambiar: cambiar el entorno, el trabajo, la cultura y el deseo de descubrir nuevas oportunidades. Siempre y cuando la experiencia del voluntariado se aborde con apertura, te permitirá lograr todos estos objetivos. Ofrece la oportunidad de aprender más sobre tus preferencias, habilidades, campos en los que te sientes seguro y competente, y aquellas que podrían mejorarse. El tiempo relativamente corto del voluntariado te permite explorar nuevas áreas y ampliar tus horizontes a través, entre otros, de la participación en actividades en las que no tenías experiencia previa. También te permite explorar tus propios límites, habilidades y hábitos.

Es imposible mirar el voluntariado sin subrayar la importancia de las personas que se conoce durante este tiempo. Esta situación tan particular en la que nos encontramos de repente nos anima a establecer nuevas relaciones con las personas, a veces inesperadas y sorprendentes. Los voluntarios, las personas que se conoce en el trabajo y durante diversas actividades, son una parte integral de esta experiencia. Estos conocidos, relaciones y conexiones son un valor en sí mismos, pero también una verdadera ayuda en realidad, a veces difícil por encontrarse en un país extranjero y en un entorno nuevo. Unos meses es poco tiempo, pero es suficiente para construir relaciones, a veces cortas pero sinceras con las personas que te encuentras en este camino.

Con un poco de mente abierta y compromiso, la experiencia del voluntariado puede ser una experiencia reveladora que señala nuevas direcciones en las que no se ha pensado antes y abrir todo un nuevo espacio de oportunidades.

 

Ir a un lugar desconocido para conocerse mejor a un@ mism@

Un voluntariado es una experiencia enriquecedora a diferentes niveles, pero también hay que estar lista para los imprevistos. Me llamo Milène e hice un voluntariado de 12 meses en Amycos y esto es lo que aprendí de esta experiencia

Ir a un lugar desconocido para conocerse mejor a un@ mism@

Acostumbrarse

Cuando haces un voluntariado hay que acostumbrarse a muchas cosas y eso al principio puede asustarte, no es tan fácil y se necesita tiempo pero no te preocupes que eso pasa a tod@s. Tienes un nuevo piso, nuev@s companer@s de piso, nuev@s compañer@s de trabajo, nueva ciudad, nueva cultura, todo es nuevo. Pero creo que es por eso que el voluntariado te aporta tanto, sales de tu zona de confort y así haces cosas que igual no hubieras hecho si te hubieras quedado en tu ciudad.

Cambios

Pero también hay que estar list@ para los cambios y ser flexible. Por ejemplo, por varias razones tuve que mudarme 2 veces, entonces otro piso y otr@s compañer@s. Pero eso hace parte de la experiencia y así aprendí aún más a adaptarme.

Personas

Las personas que conoces durante tu voluntariado, cambian mucho tu experiencia, conoces a gente de otros países, con otra cultura así que aprendes mucho de otras culturas también. Además, estáis tod@s afuera de vuestra país sin conocer a otra gente entonces pasas mucho tiempo con esas personas y las relaciones se desarrollan muy rápidamente. Sin esas relaciones, no disfrutarías tanto de tu experiencia.

Aprendizaje profesional…

Gracias a este voluntariado hice muchas cosas nuevas a nivel profesional que no hubiera hecho sin el voluntariado. Sobre todo porque el voluntariado no tenía nada que ver con lo que estudié así que tuve que aprender a hacer todas las cosas de oficina, tuve que aprender a apoyar los niñ@s a hacer sus deberes, a enseñar a jugar al fútbol personas con discapacidades. Entonces, he descubierto muchas cosas y he aprendido mucho.

y personal…

El voluntariado te ayuda a conocer tus propios límites, a saber lo que te gusta y no te gusta, a descubrir y apreciar tus cualidades, es decir a conocerte mejor, y eso es inestimable y te sirve para toda tu vida futura.

Durante esta experiencia, me parece que he aprendido más que durante 3 años de mi vida de antes. Todas esas cosas hacen que tu voluntariado te aporte muchísimo y hacen que esta experiencia sea inolvidable. ¿Qué esperas?

 

Siete meses llenos de experiencias inolvidables

Soy Paula, una chica austriaca de 18 años. Durante 7 meses he participado en un proyecto del Cuerpo Europeo de Solidaridad coordinado por Amycos

Siete meses llenos de experiencias inolvidables

Sin experiencia de ser voluntaria y justo después de mi graduación del instituto fui a Burgos para empezar mi aventura. Llegué directamente conociendo mis compañeras del piso majísimas de Francia e Italia y ya sabía que íbamos a tener unos meses tan bonitos juntas.

La gran parte de mi voluntariado incluía mi trabajo durante las mañanas en el Foro Solidario en Burgos. El Foro Solidario es un lugar del encuentro, un centro para distintas organizaciones y asociaciones en Burgos que trabajan con gente con necesidades, migrantes o jóvenes. Mis tareas eran ayudar en la organización general del Foro trabajando con calendarios y documentos y además el ámbito de los talleres para colegios, que hacían en el Foro Solidario. A veces habían más, a veces menos, talleres y actividades pero siempre organizaba los talleres próximos con las compañeras del trabajo incluso planificando nuevas temáticas.

Lo que a mí me gustó mucho del trabajo en el Foro era la variedad de los temas. Planeamos proyectos por ejemplo sobre los valores del mundo como el respeto y la solidaridad, la sostenibilidad y el cambio climático, la creatividad con la música y la danza, la globalización, la educación emocional o el autoestima. Para que los alumnos y alumnas aprendan lo más que posible sobre un tema, un taller incluye actividades distintas como hablar sobre la temática al principio, compartir sus pensamientos, jugar con los demás y después concluir con lo que han aprendido. Esta manera de hacer los proyectos solidarios para niños y niños me gustó mucho.

La música, un lenguaje universal

Sobre todo el taller de musicoterapia era una de las cosas más interesantes para mi durante todo el voluntariado. Todo relacionado con la música me fascina muchísimo y a través de este taller que di con otro monitor tuve la oportunidad de integrarme aún más en este tema de hacer música con niños y niñas. Ver como se puede tratar y hacer terapia con la música es muy interesante.

La música traté también en mi proyecto personal del voluntariado. Realicé un concierto solidario con mi amiga y compañera del piso, la voluntaria francesa en marzo 2023. En antelación planeamos todo el concierto y organizamos el lugar, las entradas, el programa, la publicación y todo necesario para hacer un concierto público. Fue una noche inolvidable en el salón de actos del Foro Solidario y me encantó compartir la alegría tocando música con los demás.

Conocía a mucha gente nueva en el Foro Solidario y era siempre bonito realizar talleres con diferente monitores y monitoras. Así podía aprender algo nuevo cada taller, pensando en las distintas temáticas o en el trato diferente trabajando con niños y niñas de cada monitor o monitora. En general pasaba un rato con tanto aprendizaje, diversión y práctica en el Foro Solidario.

Al lado de mi trabajo en el Foro Solidario también realicé voluntariado en Atalaya Intercultural. Una vez por semana hacía el apoyo escolar con mi compañera en una clase con alumnado del tercer ciclo de la escuela primaria. Les ayudamos con sus deberes del colegio en las asignaturas lengua, matemáticas e inglés. Enseñándoles métodos para estudiar, hacer ejercicios y estudiar para exámenes eran las tareas que las voluntarias hacían con los niños y niñas.

No sólo en el Foro y en Atalaya Intercultural sino también en Apacid cumplí un voluntariado durante meses. Por un lado hice paseos con los integrantes de la organización, por otro lado di clases de cocina con recetas internacionales. Apacid es una asociación para adultos con discapacidades intelectuales que ofrece actividades del ocio y cursos para sus integrantes.

Como formé parte de Amycossiendo voluntaria también participé en unas actividades de la organizacion por ejemplo fui a una charla de los cooperantes, hice la venta de productos del comercio justo en una feria y formé un botiquín de la solidaridad con un contenido informativo sobre los objetivos del desarrollo sostenible.

Desde mi punto de vista el voluntariado europeo era una de las mejores experiencias de mi vida. No me hubiera imaginado que fuera tan guay estar sola en el extranjero para unos meses aprendiendo mucho más sobre mi misma. Pero la verdad es que nunca estuve sola sino rodeada de gente amable y acogida. Me sentía integrada en la comunidad desde el principio, el primer momento cuando llegué. Podía salir totalmente de mi zona de confort comunicándome en otro idioma, conociendo a nuevas personas y nuevos lugares.

¡Gracias por esa experiencia maravillosa!

 

Para crecer y abrirse hay que vivir una experiencia en el Cuerpo Europea de Solidaridad

Resumir mi experiencia de un año en unas pocas líneas no es nada fácil pero lo intentaré…

Para crecer y abrirse hay que vivir una experiencia en el Cuerpo Europea de Solidaridad

Soy Nawel Bensoltane, soy tunecina, tengo 28 años. Hice un voluntariado durante casi un año en un proyecto denominado “Burgos Solidaria y Sostenible” dentro del programa del Cuerpo Europeo de Solidaridad.

Antes de todo, procediendo del continente africano mi vida en Burgos ha sido completamente diferente y me ha encantado vivir en una ciudad pequeña pero impresionante porque puedes encontrar gente de todo el mundo y con el encanto de una catedral en el centro de la ciudad que le da un toque especial. Una belleza que la distingue de otras ciudades.

Ha sido una experiencia muy enriquecedora aunque a veces y especialmente al principio de empezar una nueva experiencia comunicarse con la barrera del idioma y hacer nuevos amigos puede ser difícil.

Pero se trata de seguir adelante y ser paciente contigo mismo para superar el período de ajuste.

Para mí, construir nuevas relaciones y comenzar una nueva vida no fue muy difícil y rápidamente establecí mi zona de confort creando buenas relaciones con amigos y amigas de diferentes nacionalidades y en especial con mis compañeras del piso Priscilla y Lydia  aunque nuestra cultura y  forma de vivir era bastante diferente y lo mismo pasó cuando en el medio del proyecto llegó la Lisa Diaz, otra voluntaria francesa con quien me quede hasta al final de mi proyecto.

Las relaciones humanas han sido muy importantes, cuidale, representan tu segunda familia y una fuente de aprendizaje continúa a lo largo de tu día a día, en el trabajo, en la comida, en los ratos libres y  en los viajes que organizamos.

La diferencia de opiniones y ver las cosas con los ojos de los demás te acercan a las diferentes culturas y civilizaciones y te harán más abierto al mundo ayudándote a crecer personalmente  y ver el mundo desde otra perspectiva.

De hecho, esto es lo que me pasó, y quiero agradecer a todas las personas que conocí de diferentes nacionalidades españolas, italianas, francés y muchas más.

Mis tareas en el proyecto se dividían en tres áreas diferentes, en una Huerta ecológica llamada Huerta Molinillo donde recogimos verduras, preparamos cestas para los socios del grupo de consumo que cada miércoles pasaban a recogerlas y quitamos muchas malas hierbas para cuidar las plantas. El Comedor Social, donde ofrecemos comida a personas inmigrantes dos días a la semana, reforzando mi deseo de ayudar a las personas más necesitadas; y el Apoyo Escolar donde  ayudabamos los niños y niñas de familias inmigrantes procedentes de diferentes países a aprender el idioma y a realizar sus tareas de la escuela.

Todo eso fue una oportunidad para aumentar la confianza en mí misma y encontrar la forma de ser efectiva y exitosa en cualquier tarea asignada.

Por lo que he vivido, diría que la cosa más importante es creer en ti mismo y si quieres hacer algo tienes que seguir ese sentimiento, esforzarte siempre, desafiarte a ti mismo, aprender cosas nuevas y superar los retos que se te presenten, porque una experiencia de voluntariado inevitablemente te convertirán en una persona más competente y capaz de adaptarse a cualquier entorno en el que te encuentres.

Así que si vas a leer estas palabras, te invito a vivir una experiencia similar, porque no te arrepentirás.

 

En camino para los puerros

En camino para los puerros… Es la primera cosa que me dijo mi abuela cuando supo que me iba a España en un proyecto relacionado con una huerta ecológica. Y allí se queda…

En camino para los puerros

Un voluntariado te hace aprender muchísimo, y voy a intentar resumir 8 meses intensos con este testimonio.

Conocer el mundo de la agricultura…

Trabajar en este sector es un cambio total de lo que vivimos en nuestras sociedades de hiper consumismo donde todo va tan rápido. En la huerta Molinillo, he aprendido a acercarme a la tierra donde todo empieza. He cambiado mi noción del tiempo, de la comida y del esfuerzo físico. Las cosas buenas toman tiempo, así que recoger guisantes o quitar mala hierba durante horas y horas te da gana de respetar lo que haces crecer y te da un orgullo increíble cuando lo puedes comer.

El trabajo en la huerta es también estar fuera al aire libre todo el día, aprendiendo a querer la lluvia porque está muy bien para las plantas, y a odiar a los caracoles porque comen sus hojas 🙂

Es pensar que nunca vas a acabar de recoger el primer bancal, y cuando acabas… te quedan cuatro más !!!

Es aprender a trabajar con tus manos, tu cuerpo, contigo mismo…y también con tus compañeros.

Encuentros humanos…

Nunca pensé en mi vida de sólo 21 años que podría tener amigos en toda parte del mundo.

El contacto con los niños y las niñas o el estar con las otras personas voluntarias de diferentes partes del mundo, han sido encuentros que me han enriquecido muchísimo.

Entender las otras culturas, palabras, maneras de vivir, comer, dar abrazos me ha permitido abrir mi mente a otras maneras de ser. He encontrado aquí gente muy amable y eso me inspiró a ser mejor persona.

Agradecimiento…

Un pensamiento especial va para Nawel, mi compañera de piso. Juntas, hemos aguantado todo. El frío, la azada, las mañanas difíciles y los momentos mágicos. He compartido cada momento con ella y hemos aprendido a vivir juntas con gran tranquilidad, compartiendo bricks y crêpes. Sin olvidar por supuesto Stef, que ha dado aún más vida a nuestro maravilloso piso.

Gracias a todos las personas de Amycos por haberme acogido tan bien.

He construido muchas amistades y espero que se vayan a quedar por toda la vida, aunque si quiero seguir viajando y conocer otros países…¡próxima estación Polonia!

Pienso haber tenido mucha suerte para vivir todos estos momentos con gente tan maja!!

Si aún te lo estás pensando deja de dudar y hazlo !!

Lisa Diaz

 

¿Amycos o Amigos?

Soy Corentin Debrosse pero en España soy Coco. Hice un voluntariado europeo de 9 meses en AMYCOS colaborando también con en el comedor social de ATALAYA intercultural en la ciudad de Burgos.

¿Amycos o Amigos?

Si tengo que resumir mi experiencia de voluntariado del Cuerpo Europeo de Solidaridad con solamente una palabra, sería “amigos”. Aprendí muchísimo sobre mí, mis capacidades, la cultura española… Pero lo que recordaré siempre es el ambiente y todas las personas que he conocido allí.

Primero hablaría de mis compañeras de piso, Stefi y Aikaterini. Como somos tres personas tan distintas con caracteres y maneras de pensar muy diferentes, no sé si nos habríamos conocido sin esta experiencia. Al final, todo ha sido genial ya que queríamos tener un buen ambiente en el piso, nos apoyamos siempre que alguien lo necesitaba con la convivencia y siempre hacíamos actividades o viajes juntos. Todavía seguimos hablando y contándonos noticias sobre nuestra vida.

Segundo, llegamos a conocer a muchas personas en nuestras tareas diarias en AMYCOS. En primer lugar, Alessandro, nuestro coordinador, con quien hicimos la entrevista, organizamos nuestro viaje, trabajamos en el proyecto Stairway to SDG; también nos siguió en las actividades, nos ayudó con nuestro proyecto personal, etc… En segundo lugar, pudimos contar con la ayuda de Estelle, nuestra mentora, que nos ayudó con toda la parte práctica de nuestra vida en Burgos. Por ejemplo, nos acompañó en la ardua tarea de abrir una cuenta bancaria. Y en tercer lugar, durante casi 9 meses compartimos nuestra vida laboral con Andrés, Arianna, Lucía, Ramón, Rosa e Yolanda, las personas trabajadoras de AMYCOS, y también con Alba, Carmen y Sonia las chicas de prácticas de la universidad. Más allá del trabajo, muchos son nuestros amigos y organizamos actividades de ocio juntos como por ejemplo comidas o partidos de volley-ball al aire libre.

Tercero, no éramos los únicos voluntarios que trabajaban con AMYCOS. Conocimos dos grupos de voluntarios europeos del otro proyecto, así que encontramos Fiorina, Noémie y Youssef cuando llegamos y luego a Nawel, Lisa, Lydia y Priscillia en nuestros últimos meses. Además, en medio de nuestro proyecto llegaron también Gaia, Gemma, Giusy y Rosella en otro proyecto de voluntariado. Todos han sido amigos y amigas más o menos cercanos/as, y todos/as de algún modo me han enseñado algo.

Last but not the least, hay mucha gente que gravita alrededor de AMYCOS: Diego que vino a recogernos en Madrid con Alessandro, y que es un amigo cercano y que organizó un montón de viajes; Sonia su hermana y Judith su amiga; Naiara mi novia que conocí en Burgos y con la que ahora tengo un proyecto de futuro; Kate nuestra «mamá» (a la hora de escribir este testimonio estoy con ella de viaje en Dinamarca); Juanje el novio andalú de Stefi; Pedro el amigo loco.

Gracias a todos estos amigos y amigas mi experiencia ha sido tan increíble y con este testimonio también quiero agradecerles por todo, ¡GRACIAS!

9 meses intensos

Me llamo Katerina, soy de Grecia y esta es mi experiencia como voluntaria del Cuerpo Europeo de Solidaridad en España.

9 meses intensos

Llegué a Burgos en enero de 2021, un periodo con un alto número de casos de covid, con el aeropuerto de Madrid cerrado y la mayoría de los vuelos cancelados por condiciones climáticas extremas y sin mucha esperanza de mejora por la pandemia.

Sin embargo durante estos 9 meses no solo pude completar mi proyecto «Burgos Solidaria 2020» sino también gracias a este proyecto tuve la posibilidad de aprender el idioma, viajar, conocer mucha gente de diferentes países y culturas y en general llenarme con muchas experiencias memorables.

Durante mi proyecto estaba colaborando principalmente en las actividades del Foro Solidario, un centro que apoya las entidades del tercer sector  y también desarrolla sus propios actividades y proyectos. Apoyaba principalmente los talleres del centro para infantil y primaria enfocados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el cine social buscando películas que tratan temas actuales y la organización del centro en general. Así mismo, participaba en las actividades de Amycos, como exposiciones, talleres y otros eventos de sensibilización. Todas estas actividades fueron muy interesantes para mi y especialmente los talleres con los/as niños/as.

A pesar de las restricciones por el covid conseguí  visitar muchos sitios del país organizando con otros voluntarios de Amycos pequeños viajes los fines de semana y más largos en vacaciones descubriendo un territorio con todas sus diferencias culturales.

Conocí la cultura española descubriendo algo nuevo para mí cada día. Así mismo, este proyecto me ofreció la oportunidad de entrar en contacto con muchas más culturas diferentes aprendiendo sus expresiones lingüísticas, hábitos y cocina tradicional. No sólo de la cultura italiana y francesa de mis compañeros de piso sino también de los demás voluntarios/as de Amycos que tuve la oportunidad de conocer, aprendiendo sobre el tipo de música que escuchan, la comida que les gusta, sus hábitos y su forma de ver el mundo.

Al mismo tiempo, gracias a los cursos de español que asistía en el Centro Intercultural Atalaya, no solo mejoraba mi español dias tras dias sino también  conocí personas y culturas de diferentes partes del mundo como Ghana, Brasil, Nepal y muchas más, todas con sus historias de vidas muy duras e intensas.

Han sido realmente  9 meses muy intensos llenos de experiencias valiosas y emociones positivas.

Te gusta tanto que te quedas

¡Hola! Soy Stefania y me gustaría compartir mi experiencia como voluntaria europea en Burgos.

Te gusta tanto que te quedas

Me cuesta mucho resumir en pocas líneas los últimos nueve meses de mi vida, así que pensé en compartir unas ‘palabras clave’ del voluntariado que creo pueden reflejar la experiencia de tantas personas que deciden participar en un proyecto CES. Son palabras que, consideradas individualmente, expresan conceptos y valores de gran importancia, pero que juntas componen un rompecabezas de extrema belleza.

Crecimiento: el voluntariado te permite crecer mucho, a nivel profesional y personal. Es un aprendizaje continuo que te ofrece la posibilidad tanto de conocer, aceptar y gestionar tus propios límites, como de descubrir y apreciar tus cualidades.

Personas: las relaciones humanas que se construyen durante el voluntariado, tanto en el entorno laboral como afuera, son indispensables para aprovechar al máximo la experiencia. Las personas que me han acompañado durante este viaje han sido una red de apoyo cuando me encontraba en tiempos difíciles e impulso de energía, propulsor de inspiración y solidez en la vida de todos los días.

Ciudadanía y participación: el voluntariado europeo da la oportunidad de salir de la propia zona de confort y de reconocerse parte de una comunidad que, al principio, se puede percibir como ajena. Llevando a cabo las tareas del voluntariado te pones a disposición de esta misma comunidad y la vives con sus virtudes y contradicciones. Al mismo tiempo, te educas y responsabilizas a través de las tantas actividades de concienciación y solidaridad que se llevan a cabo.

Compromiso: un concepto amplio que, en mi opinión, hace referencia, en este caso, al compromiso de seguir participando y promoviendo estos valores que se interiorizan durante toda la experiencia. Lo que se vive durante el proyecto no se acaba una vez que se vuelve al proprio país. Y no es algo que eliges: simplemente lo que se hace y se aprende es tan importante y necesario que luego, de una forma u otra, promover la justicia social, adoptar comportamientos sostenibles, fomentar valores como tolerancia, respeto e integración de la diversidad se convierte en esencial en tu vida.  El voluntariado ofrece la oportunidad de experimentar de primera mano el hecho de que podemos y debemos hacer algo para construir una sociedad más justa, equitativa e intercultural.

Parece bonito, ¿verdad? Y lo es, pero esto no significa que sea todo fácil y sencillo. Sentimientos de miedo y temor, posibles situaciones de conflicto, necesidad de aceptar y adaptarse a condiciones específicas, despedidas, también forman parte de la experiencia de la persona voluntaria. Y eso no debe asustar, mejor verlo como una oportunidad más para aprender a gestionar emociones o circunstancias que siguen reapareciendo a lo largo de la vida.

Este proyecto me dio la posibilidad de retomar en mano mi vida después de muchos meses de ‘inmovilismo’ y de crear conexiones sinceras y profundas   con personas provenientes de todo el mundo. A mí me gustó tanto que decidí quedarme.

Y tú, ¿te animas a participar?

Una experiencia… poco sencilla

El voluntario es alguien que se atreve con todo o que, por lo menos, se atreve a vivir una nueva experiencia…

Una experiencia… poco sencilla

La vida del voluntario no es fácil decía el otro día Davide, uno de los encargados de llevar a cabo la formación de todos los voluntarios del European Solidarity Corps en Italia… y razón lo le falta. La vida de los voluntarios es una vida de corta duración, quizá un año, una semana o varios meses pero al fin y al cabo corta. El voluntario es alguien que no le teme a esa vida corta poco sencilla. No diré que la vida del voluntario es difícil porque sería faltar un poco a la verdad… solo poco sencilla.

Mi nombre es Miguel y durante los últimos diez meses he sido voluntario del European Solidarity Corps en la asociación maceratense Gruca Onlus, dónde he podido trabajar como educador de museo y gestor del patrimonio cultural en el centro de visitas del Ecomuseo Villa Ficana gracias al apoyo de Amycos.

Me gustaría comentar por que creo que la vida del voluntario no es sencilla y desgranar un poco los misterios del voluntario como especie. Primero de todo por que normalmente tienes que salir fuera de tu zona de confort y, como todos sabemos, poner un pie fuera de esa zona es cuanto menos atrevido. He ahí la primera clave, la vida del voluntario no es sencilla pero si atrevida. Un voluntario debe de atreverse a ir más allá a salir de su círculo y enfrentarse a esos desafíos que le presentará su proyecto.

El voluntario soy yo en este caso, y espero que en un futuro tú que lo estas leyendo. El voluntario es alguien que se atreve con todo o que, por lo menos, se atreve a vivir una nueva experiencia. Lo dicho, no es sencillo dar ese paso pero os prometo que es gratificante. Cuando uno da el paso y entiende que no tenía por que tener miedo de ello, crece. Otra clave… crecimiento

El voluntariado sirve para crecer en muchos ámbitos. Seguro que algún voluntario, dependiendo de su edad ha crecido en altura pero no me refiero a eso, el dar tu ayuda sin esperar nada a cambio es un gesto que, en mi opinión, nos hace crecer como personas.

Por lo tanto, recapitulemos, el voluntario es alguien atrevido que se enfrenta a un desafío saliendo de su zona de confort y que no solo busca crecer si no que también lo consigue. Su vida no es sencilla por que a cada paso que da se encuentra con nuevos desafíos: puede que sea un idioma que no conoce del todo bien, una ciudad nueva o incluso personas que nunca había visto antes. Pero recordad el voluntario es atrevido y no le teme demasiado a estos desafíos por lo que probablemente los superará.

Y así pasan las semanas y los meses y los voluntarios crecemos y aprendemos a base desafíos que nos atrevemos a solventar. Y después, cuando uno menos se lo espera, se da cuenta de que ha cambiado, de que hay algo que le hace ser más solidario en pequeños momentos de la vida, que no le cuesta ayudar o que no le cuesta mostrar apoyo a aquellos que no conoce.

Esa es la recompensa final de la poco sencilla vida de los voluntarios. Todos los desafíos a los que se enfrentan le llevan a transformarse en alguien igual pero en cierta manera diferente, probablemente con los mismos valores pero que tiene más facilidades a al hora de ayudar y apoyar a gente tanto conocida como desconocida. A partir de ese momento, cualquier desafío parece pequeño en comparación con esa recompensa.

Con esta breve narración de la maravillosa no sencilla vida de los voluntarios me gustaría en cierto modo haceros ver como ha sido mi año en Italia e invitaros a que os lancéis a esta vida poco fácil. Que os atreváis como hice yo a vivir nuevas experiencias cada día que os harán crecer y cambiar… siempre a mejor, os lo aseguro. Si tenéis interés en conocer esas aventuras os invito a que leáis el blog de Amycos dónde narro todo eso.

Por el momento y de nuevo os invito a atreveros a vivir esta experiencia y a no temer a dar un poco de vosotros a los demás!

Miguel.